El amor (Massiel)

El amor El amor es un rayo de luz indirecta, una gota de paz, una fe que despierta, un zumbido en el aire, un punto en la niebla, un perfil, una sombra, una pausa, una espera. El amor es un suave rumor que se acerca, un timbre a lo lejos, una brisa ligera, una voz en la calma, un aroma de menta, un después, un quizá, un haber, una meta. El amor va brotando entre el aire y el suelo y se palpa y se siente y hay quien puede verlo, y hace que te despiertes y pienses en él y te llama despacio, rozando tu piel. El amor te hipnotiza, te hace soñar y sueñas y cedes y te dejas llevar y te mueve por dentro y te hace ser más y te empuja y te puede y te lleva detrás. Y de pronto te alza, te lanza, te quema, hace luz en tu alma, hace fuego en tus venas, y te hace gritar al sentir que te quemas, te disuelve, te evapora, te destruye, te crea. Y te hace viajar en el filo del tiempo, remontando los ríos de mil universos, y te lleva a la gloria y te entrega a la tierra y te mira ... y te ve ... y piensa ... y piensa. Y de pronto el amor es la luz de una llama que se empieza a apagar y se va y se apaga, es la isla pequeña perdida en la niebla, una gota, un “no sé”, una mancha, una mueca. El amor es la hoja caída en la tierra, un punto en el mar, una bruma que espesa, un pelo en el alma, un sol que se vela, un “por qué”, un “según”, un “ya no”, una queja. El amor va bajando, peldaño a peldaño, con las manos cerradas y el paso cansado, te pregunta quién eres, para hacerte saber que apenas te conoce, que qué quieres de él. El amor te hace burla, se ríe de ti, mientras tú sigues quieto, sin saber que decir y deseas seguirle y decirle que no, que se quede, que vuelva, que comete un error. Y el amor desbarata tus grandes ideas, te destroza, te rompe, te parte, te quiebra, y te hace ser ese que tú no quisieras, y te empuja a ser malo y te deja hecho mierda. Y te arroja de bruces al último infierno, arrancándote el alma, pisándote el cuerpo, y te ahogas de ansia de volver a la nada, y de pronto... se para... y te ve... y se apiada...

The love Love is a ray of indirect light, a drop of peace, a faith that awake a buzz in the air, a spot in the fog, a profile, a shadow, a pause, a waiting. The love is a soft rumour that is coming, ringing at the distance, a gentle breeze, a voice in the calm, a smell of mint, one after, one perhaps, one have, one goal. Love is sprouting between the air and soil and touches and feels and some people can see it, and makes you wake up and thinking about it and calls you slowly, rubbing your skin. Love hypnotizes you, makes you dream and you dream and you yield and you get carry away and it moves you by inside and makes you being more and it push you and wins you and takes you behind. And suddenly it raises you, it throws you, it burns you, makes light in your soul, makes fire in your veins, and makes you shouting to feel you are burning, dissolves you, evaporates you, destroys you, creates you. And makes you travel in the edge of the time, upping the rivers of a thousand universes, and takes you to the glory and gives you the earth and looks at you ... and sees you ... and thinks ... and thinks. And suddenly love is the light of a flame that starts to extinguish and it is go away and it extinguishes, in the small island lost in the fog, one drop, one “I don’t know”, one stain, one gesture. Love is the fallen leaf on the ground, a point in the sea, a thick mist, a hair in the soul, a sun that is awake, one “why”, one “by”, one “not already”, one complaint. Love is going down, step by step, with closed hands and tired the step it asks who are you, to let you know that it doesn’t knows you, what you want from him. Love teases you, laughs of you, while you are still quiet, without knowing what to say, and you wish follow it and say it no, that it stays, it comes back, it makes a mistake. And love disrupts your big ideas, destroys you, breaks you once and again, and makes you being who you don’t want to be, and pushes you to being bad and leaves you made shit. And it through you away to last hell, ripping out your soul, stepping your body, and you drown of yearning to return to nothing, and suddenly... stop it... and it sees you... and it pities...